jueves, 3 de enero de 2008

¡Zacarrácatelas!... 2008.

A veces yo y mis otros 'yoes' nos preguntamos cuándo se nos acercará el fin del mundo, cuándo por fin habrá un buen asesino múltiple en México -uno al que podamos rendirle un culto chingón-, cuándo las familias correrán a sus chavos desde los 16 pa' que se curtan, cuándo tendremos una tele convincente no ridícula ni aspiracional, cuándo podré conseguirme una chambita divertida, no mamadas de trajecito peinadito y esas ridiculeces... cuándo por fin llegará mi principe azúl a darme el "verdadero beso de amor".

Y traté con todas mis fuerzas durante las 12 campanadas de la media noche de año nuevo, tratar de plantearme uno, uno solo de los deseos que tenía para éste año. Pero ¡Zaz! nada. Nada. Nadita. Carajo si me la he pasado pensando todo el 2007 que cuendo llegue le 2008 voy por fin a:... (puf! mente en blanco de nuevo).

Por este motivo ésta, su 'servilleta' que tiene a bien escribirles de vez en cuando, tiene como propósito no hacer propoósitos para el 2009. Finalmente la reflexiones importantes están ahí... periódicamente continúan. Los propósitos son muy chafas y se olvidan y se acondicionan.

Así que si por ahí a alguien se le ocurre sorprender a esata 'muñecota' con algúna idea de año nuevo para proponérsela. Absténgase o sufra las temibles consecuencias de su ánimo desepcionado por los sapos disfrazados de príncipes y de las joyas que no eran mas que pirita y cristales de sal.

Saludos y consejo... dejen de desear

1 comentario:

K. dijo...

Un consejo nomás, es mas sencillo plantearse despropósitos que propósitos de año nuevo. Es muy sencillo y además, una tradición de mi familia.

Baste ennumerar los vicios y atropellos que uno sabe a ciencia cierta que no podrá dejar de hacer el próximo año, en sesión pública frente a toda la familia u amigos, o con quien sea pase usted el año nuevo. En el año que nace, todos los presentes harán lo posible por hacerla abandonar esas conductas mafufas o bien, se unirán a su desmán.

saludos muchos